miércoles, 4 de noviembre de 2009
ME ATRAPO EL DIA
ME ATRAPO EL DIA
Bajo un Sol Tornasolado, mientras aspiraba el aire nuevo de la primavera, que ingresaba llenando mis pulmones renovados, observaba la diferencia increíble que existe entre circular en mi vehículo y recorrer las calles con tracción a sangre. Miré atentamente como las sombras mantenían vívida mi mirada, un ángel se acercó desde el brillo y me indico el camino. La Felicidad invadió cada una de mis células cansadas e inyectó Alegría pura en mi plasma que otrora arcaico, revivía de entre las cenizas y sentí que con dulzor mis heridas comenzaban a sanar lentamente y con ellas las de todos los que me cruzaban. Quedé impávido ante tal visión recordé al Padre dándome la vida y reconocí sin disquisiciones, la procedencia de cada uno de los transeúntes. Cómo una ola que desparrama gotas de agua…cada gota éramos todos…y la procedencia y las características básicas comunes al creador, de allí lo de, hechos a imagen y semejanza a Dios. Me atrapó el día como hacía tiempo no lo hacía, solo que esta vez lo reconocí todo…me llené de vida con lo más sencillo, me colmé de humildad y mi Ego aún alto, pero en silencio en ese silencio que hace ruido de callado que está. Me atrapó el día…el Bello día que me regalé sin quererlo. Me dí cuenta que estaba vivo a pesar de todo y que todo era nada y que la nada no existía. Me atrapó el día, con su sencillez del hoy, sabiendo que mañana sería otro nuevo hoy, donde yo decidiría quedarme atrapado de esta o aquella manera.
Bajo un Sol Tornasolado, mientras aspiraba el aire nuevo de la primavera, que ingresaba llenando mis pulmones renovados, observaba la diferencia increíble que existe entre circular en mi vehículo y recorrer las calles con tracción a sangre. Miré atentamente como las sombras mantenían vívida mi mirada, un ángel se acercó desde el brillo y me indico el camino. La Felicidad invadió cada una de mis células cansadas e inyectó Alegría pura en mi plasma que otrora arcaico, revivía de entre las cenizas y sentí que con dulzor mis heridas comenzaban a sanar lentamente y con ellas las de todos los que me cruzaban. Quedé impávido ante tal visión recordé al Padre dándome la vida y reconocí sin disquisiciones, la procedencia de cada uno de los transeúntes. Cómo una ola que desparrama gotas de agua…cada gota éramos todos…y la procedencia y las características básicas comunes al creador, de allí lo de, hechos a imagen y semejanza a Dios. Me atrapó el día como hacía tiempo no lo hacía, solo que esta vez lo reconocí todo…me llené de vida con lo más sencillo, me colmé de humildad y mi Ego aún alto, pero en silencio en ese silencio que hace ruido de callado que está. Me atrapó el día…el Bello día que me regalé sin quererlo. Me dí cuenta que estaba vivo a pesar de todo y que todo era nada y que la nada no existía. Me atrapó el día, con su sencillez del hoy, sabiendo que mañana sería otro nuevo hoy, donde yo decidiría quedarme atrapado de esta o aquella manera.
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