
Soledad amiga, cuando a veces me haces compañía y escucho tu susurro en mi oído.
Soledad vacía, cuando no te encuentro aunque te busque, juegas a las escondidas.
Soledad tirana, cuando golpeas en mi pecho de noche, de mañana.
Soledad inspiradora, cuando me llamas a un lado y me dictas una poesía.
Soledad dañina, cuando te echo y caprichosa no quieres marcharte cual niña.
Soledad incomprendida, cuando rechazo en vez de encerrarme en ti todo el día.
Soledad mutante, cuando cambia tu cara de humanidad al terror de tu silencio envolvente.
Soledad perdida, cuando en el momento en que tenemos que estar junto a ti para encontrarnos juntos y conocernos mejor, te desdeñamos…y ya, luego, no vuelves paciente, sino cuado hemos perdido la habilidad de estar con vos si quiera un rato al día… y rehuimos tenerte aunque sea un momento al día para ver a dios, para sentir muestro interior para ver que nos dice, qué necesita, qué quiere.
Soledad y alegría, cuando aprendemos a estar los dos a solas, compartir ideas y pensamientos, temblar juntos al descubrir la felicidad de ser sólo soledad infinita…
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